Adrián, Chef de Miga en A Coruña, conjuga en esta receta de callos el buen hacer de su abuela Pilar y de su madre Teté.
Es sin duda una de las elaboraciones en las que más disfruta. La mezcla de especias, el cuidadosos trato de la carne que aprendió de su abuela y el respeto a cada unos de los pasos de una receta que su madre cuidó y transmitió con amor.
De estos callos, dice Adrián: “están cargados de chicha pero sobre todo de cariño y tiempo”. Nada más y nada menos que tres días para su elaboración.